

El afuera de un Adentro
Trabajo final de Posgrado sobre la Terraza de la ETSAV
CURSO DE EXPERTO EN ANTROPOLOGÍA DE LA ARQUITECTURA
INTRODUCCIÓN
El texto que sigue describe la terraza de un bar. Pero cualquier bar en particular, con una situación, un nombre y un colectivo de gente habitual, tiene sus características, refleja una dinámica concreta y adquiere unos significados propios. En específico, la atención se centrará en el bar de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallés (ETSAV). A partir de la descripción morfológica del espacio y de su uso, se abordará el análisis desde un enfoque socio espacial que permita comprender también las dinámicas de poder que lo rodean y los significados y representaciones que en él se entrecruzan.
Antes, cabe recapitular. Las primeras ideas de este trabajo se centraban en el colectivo de profesionales de la arquitectura, en especial, en los y las estudiantes a los que se prepara para entrar a formar parte del sector. Entonces, la atención quería centrarse en las dinámicas particulares que se generan en la facultad de arquitectura, en entender de qué manera la estructura de la carrera y los hábitos de estudio se relacionan con algunas de las prácticas laborales posteriores. Pretendía ser una especie de autoetnografía de mis años de estudio y del estilo de vida que rápidamente se asocia a noches de entrega sin dormir, horas y dinero invertido en maquetas e impresiones, y en general, a una idea de dedicación absoluta. Cuando la investigación tuvo un giro a lo espacial, me resultó muy evidente que el lugar para prestar atención a esta sociabilidad particular era la terraza del bar y, con ello, se fueron desvelando otros aspectos tanto del espacio en sí como de la llamada “comunidad ETSAV”. Así, el texto que sigue se podría considerar un cruce entre la autoetnografía y la etnografía del espacio.
Uno de los elementos importantes de la investigación es el hecho que recientemente ha habido una reforma en el espacio. Aquí me interesa entender tanto el proceso mediante el que se definen las características morfológicas finales como los efectos que tienen sobre su uso. Además, los motivos de algunas decisiones proyectuales ponen de manifiesto el entramado de relaciones de poder que actúan en la producción del espacio. El espacio en cuestión, está regulado por una serie de convenios y normativas que, no sólo condicionan la forma en que se repensó el espacio, sino también las actividades que transcurren en él. Desde las actuaciones en la terraza se puede entrever, a la vez, una parte del discurso de identidad de la escuela y una cierta contradicción interna entre la imagen institucional y la posibilidad real de que los estudiantes actúen en el espacio de su cotidianidad.
A nivel teórico, la referencia más evidente es Henri Lefebvre, con él, los conceptos de práctica espacial, espacios de representación y representación del espacio van a ser el eje del texto y a estructurar, en ese orden, el análisis. “La práctica espacial se corresponde con el espacio percibido, el más cercano a la vida cotidiana y a los usos. (...) Los espacios de representación son los espacios vividos, los que envuelven los espacios físicos y los convierten en albergue de imágenes e imaginarios (...) Frente a esos dos espacios percibidos, practicados, vividos, Lefebvre coloca conceptualmente el espacio concebido, al que denomina representación del espacio (...) Ese es el espacio de los planificadores, de los proyectistas, de los administradores y de los administrativos, un espacio abstracto que es instrumento doctrinal clave a la hora de que el capitalismo intervenga y administre” (Delgado, 2018).
Con este enfoque, se aborda el espacio de la terraza. Desde la voluntad de entender y reivindicar que la manera en que se utiliza un espacio es tan o más característica que su diseño. Desde querer enfatizar que hablar de arquitectura también debería incluir hablar de personas que utilizan y se apropian de los espacios. Al fin y al cabo, desde poner de manifiesto el valor de uso del espacio por encima del valor de cambio. Y es en esta línea que nace la voluntad de utilizar la herramienta del dibujo, y el lenguaje de la representación gráfica, como posicionamiento. Como una forma de decir que también debería servir para describir los espacios vividos, no sólo para proyectar en abstracto. Aquí, cabe citar otra de las grandes influencias del curso y, con ella, destacar la importancia de comprender el uso y significado del espacio. “Es completamente inútil planear la apariencia de una ciudad o especular sobre la mejor manera de darle una grata apariencia de orden, sin conocer antes su funcionamiento y orden innatos” (Jacobs, 1961)
CONCLUSIONES
Todo lo descrito, lo extraacadémico, es para mí, la parte importante de la ETSAV, donde seguramente más se ha formado mi mirada crítica a la arquitectura. También es lo que el propio discurso institucional considera característico, pero nunca se verá reflejado en expedientes académicos. Hasta me atrevería a decir que todo ello ocurre a contracorriente de la docencia oficial y en detrimento de las notas en exámenes. Aún así, seguramente merecería más la pena buscar formas de dejar que pase en vez de proyectar cómo tiene que pasar.
En esta línea, la conclusión principal del trabajo sería quizá más una reivindicación. Una llamada a que se cuiden, se respeten, y se potencien los espacios no académicos de la ETSAV.
La voluntad de la investigación es documental, tiene la principal intención de describir una realidad con toda su complejidad. Y, en concreto, la realidad de la ETSAV y de su terraza es que quiere (y puede) ser muchas cosas; un adentro y un afuera, un terreno experimental, pero con un plan docente organizado, un espacio de cotidianidad y descanso y a la vez un lugar de exposición. Pero quizás, la nota más importante de todo lo escrito es que, ante todo, es un espacio habitado. Es un lugar de encuentro, en que los supuestos “miembros de la comunidad ETSAV” se cruzan y se informan de aspectos que, si no, no les llegarían, y que, además, tiene una frecuencia de uso particularmente elevada.
Y aquí vendría la reivindicación. Como lugar habitado que es, reivindiquemos su papel y su importancia. Una llamada a que se cuiden los tiempos no productivos, a que se respete el valor de uso y no se dificulte la apropiación del espacio. Sí, en efecto, mucho de lo que se aprende en la ETSAV es fuera del aula, y la propia institución se enorgullece de ello, que sea plenamente verdad y que los roles de poder y la gestión empresarial del bar no jueguen en contra. Que si, en circunstancias post pandemia, hay algo que resulta evidente, es la importancia de encontrarse.


